PRESENTACION DEL ALBERGUE Y DEBATE

El martes de esta semana, el grupo que visitó el albergue hizo la presentación. (en calle). Explicaron la importancia que tiene la observación. Puesto que los educadores que trabajan en la calle tienen que observar donde se sitúan los grupos o individuos que viven y duermen en la calle. También dijeron que hay diferencias entre la gente que vive en la calle. Algunos están individualmente, mientras que otros viven en grupo. Los educadores son los responsables de mirar donde están los asentamientos y como se organizan las personas que viven en la calle.

Otro aspecto a tener en cuenta son los modelos de comunicación. Puesto que no es lo mismo por ejemplo, hablarle a una persona cuando el otro está sentado y tu estas de pie, o estando los dos a la misma altura. La comunicación corporal también es importante. Puesto que una persona puede transmitir verbalmente una cosa, pero corporalmente comunicar todo lo contrario. Porque aunque no nos demos cuenta, transmitimos muchas cosas con el cuerpo.

También mencionamos la importancia que tiene el proceso. Los educadores lo que tenemos que hacer es apoyar a la persona, pero siempre teniendo en cuenta que es ella la que decide lo que quiere hacer. No somos nosotros los que decidimos lo que tienen que hacer ni tampoco tenemos que juzgar los que hacen o dejan de hacer; tenemos que apoyarles en lo que hagan. No buscamos que la persona haga lo que nosotros queramos. Por eso, tenemos que hacer hincapié en el proceso. Aunque no consigamos los resultados que esperamos, es fundamental que hagamos hincapié en el proceso.

Para terminar con la sesión, comentaron la importancia que tiene la gestión emocional. Durante el proceso las emociones están a flor de piel. Si no somos capaces de gestionar las emociones, no vamos a poder tener empatía o asertividad; no se puede llegar a ser buen profesional sin gestionar adecuadamente las emociones. Nuestras propias emociones (miedos…) no sólo influyen en nosotros, sino que también los vamos a transmitir y van a afectar a los demás. La manera de controlar las emociones no es ocultándolas, sino siendo consciente de ellas. Es decir, si hay que llorar, llorar; si tenemos que reír, reír. Por eso, tenemos que ser todo lo emocional posible pero con control, puesto que el protagonista es siempre el usuario o la persona. Además, nunca tenemos que crear falsas expectativas en la persona; es decir, tenemos que ser sinceros con ellos y no mentirles nunca. Puesto que tienen el derecho a saber toda la verdad.       

En la segunda sesión de la semana, hicimos un pequeño debate en clase. Iñaki no puedo venir a clase y nos propuso que hiciésemos un debate.  

El tema del debate era el siguiente: pedimos más albergues para las personas sin techo pero no los queremos cerca de muestra casa; los queremos cerca de la casa de los demás. 

Una de las maneras para solucionarlo dijimos que podría ser concienciar a la gente. Pero, ¿Cómo concienciar? Pues comentamos que una opción podría ser realizando actividades entre las personas que viven en la calle y los vecinos cercanos al albergue. Para que de esta manera los vecinos vean que estas personas son normales y no tiene porque ser siempre problemáticos. Pero yo creo, que muchas veces no es el hecho de pensar que pueden ser personas problemáticas lo que hace que no queramos albergues cerca de nuestras casas, sino que es el hecho de que socialmente está mal visto; como si por el hecho de vivir cerca de un albergue fueras menos. Aunque yo no lo veo así, creo que desgraciadamente en nuestra sociedad es así.

Otra propuesta fue que los albergues se situasen cerca de las viviendas de protección oficial. Como son viviendas más baratas que las que están en el mercado, a cambio tener un albergue cerca. No sería una mala idea, pero algunas personas de clase comentaron que de esta manera se formarían “guetos”. Las personas que acceden a las viviendas de protección oficial son personas que no tienen demasiados recursos económicos; es decir, gente de clase media o baja. Además, de esta manera sólo se concienciaría del problema las personas que necesiten una vivienda de protección oficial, no la sociedad. El colocar los albergues cerca de estas viviendas significaría que las personas con menores recursos y los albergues se situarían en una misma área de las ciudades. Y, ¿hasta qué punto es justo que sólo las personas que tienen menos recursos económicos tengan que tener cerca de sus casas un albergue y las personas que tienen recursos económicos no? Yo sigo creyendo que es una cuestión muy complicada y que no tiene fácil solución. Para nosotros, sería impensable que por ejemplo, hubiese un albergue en Neguri. Pero, ¿Por qué no?

También comentamos que otra idea sería cuando compramos una vivienda, firmar un contrato mediante el cual aceptas que cerca de tu vivienda hay un albergue. Es decir, que los vecinos que vayan a comprar la vivienda estén concienciados desde que compran la vivienda de que van a tener un albergue cerca. Es como si el aceptar que vamos a tener un albergue cerca de nuestra vivienda fuese una condición para comprar el piso. Pero ciento es que de esta manera también, solo se concienciaría una minoría de la sociedad.

Cuando tenemos un albergue cerca de nuestra vivienda la gente ve afectada su seguridad. Como bien he mencionado anteriormente, la solución no es para nada sencilla. Las personas somos muy egoístas y sólo miramos por lo nuestro; por vivir nosotros lo mejor posible. Sólo espero, que nunca tengamos que vernos en la situación de no tener un techo donde vivir. Porque pensamos que estas cosas sólo les ocurren a las demás personas, sin ser conscientes de que a nosotros también nos pueden ocurrir. Y estoy segura, de que si yo estuviese en esa situación de no tener un techo donde vivir no me gustaría nada que no me ayudasen o incluso que la gente me mirase como si fuera un delincuente. Por eso creo que se necesita un cambio de actitud en la sociedad en general. Pero cierto es que eso no se consigue de un día para otro.

Los municipios o pueblos tienen pocos recursos económicos y por eso los sin techo acaban viniendo a las ciudades. Porque tienen más recursos y en consecuencia más posibilidades de recibir ayudas. Aun así, los recursos de las ciudades no dan a basto. Hay demasiadas personas que necesitan ayuda y demasiados pocos recursos para poder atender a todas las personas que lo necesitan.             

Aquí os dejo un video en el que podemos un ver una situación real vivida aquí, en Bilbo. No tenemos que irnos muy lejos para ver este tipo de situaciones; que desgraciadamente ocurren muy a menudo. Espero que os haga pensar, porque muchas veces, somos nosotros los que no queremos ver lo que está ocurriendo a nuestro alrededor.